Capítulo V
Siento que estoy
estancado. Siento que no puedo moverme. Trato de imaginarme alguna salida de
emergencia aunque ni siquiera logro visualizar una puerta.
Idealizo una
solución fantástica donde salgo de sus garras y caigo en otros brazos.
Quizás es
necesario que comprenda que tales garras no existen y que otros brazos nunca
estuvieron abiertos a mí, y que por sobre todo, me dé cuenta que puedo salir de
donde estoy, pero debo caer en ese abismo de dolor y pesar que me haga entender
que, al final de todo esto, estoy solo.