viernes, 2 de noviembre de 2012


Capítulo IV

Anoche lloré...lloré amargamente, lloré como quien llora un ser querido que se ha ido al más allá, lloré sin consuelo...y sabiendo que mis vanos intentos para no ser escuchado hacían aún más evidente mi llanto.

Lloré por no comprender lo que me está pasando...lloré por no saber que hacer y por sobre todo lloré por que lo necesitaba hace mucho tiempo.

    Traté de limpiar mi interior, traté de aclarar mi mente, traté de abrir mi corazón y con ello traté de predisponerme a buscar más allá la respuesta que estoy buscando, y no encontré nada...y por eso...lloré...

No hay comentarios:

Publicar un comentario